CABO DE LA GUARDIA CIVIL DIEGO DÍEZ. VISUS MILITIS General de División (R.)
Lo arrastró la corriente mientras colaboraba en el rescate de varias personas atrapadas en un vehículo en el arroyo de Galapagar de Guillena (Sevilla). Apareció muerto días después. Un acto más de servicio de la Guardia Civil que en muchas ocasiones acaba con la entrega de la vida como en este caso lo ha hecho el Cabo Diego Díez.
La muerte en acto de servicio suele ser algo tan habitual como doloroso en la Guardia Civil. Es el riesgo que asume quien tiene como misión la entrega a los demás.
No suele ser noticia. Solo unos segundos en el conjunto de ellas y pocas veces destacando las virtudes de estos hombres de honor.
La Guardia Civil y la Policía salvan vidas, mantienen el orden, la ley, y llevan la tranquilidad y paz a las calles. Cuando hay que asumir el riesgo nunca dan un paso atrás y lo hacen con profesionalidad y eficacia. Sin preguntar de dónde eres, ni lo que eres… Cumplen y callan; sin exhibiciones. Tampoco les gusta que se convierta su entrega y sacrificio en un empalagoso halago. Solo y únicamente la verdad, la rectitud y no tendenciosas y falsas informaciones.
La Guardia Civil y la Policía no son los malos en esta convulsa sociedad. Algunos aprovechan la más mínima oportunidad para presentarlos como tales. Incluso desde algún partido político, y algún político, de cuyo nombre no quiero acordarme. Con exhibiciones y horas de televisión y prensa señalando a la policía, intentando poner a la sociedad en su contra. Son los mismos que cuando muere un servidor del orden y la ley, un Guardia Civil, no tienen ni una palabra de dolor y reconocimiento. El que tenga oídos para entender…
Pero a estos hombres que velan por nosotros eso no les detiene en su camino de servicio. El Cabo Diego Díez acaba de entregar su vida por los demás. Ya hay otro en su lugar dispuesto a seguir su ejemplo, a cualquier sacrificio. Por eso hoy dedicamos a ellos nuestra mirada y reconocimiento. Con dolor y admiración.
Descanse en paz Diego Díez, Cabo de la Guardia Civil, que se entregó cuando lo requirió el deber.
<<El Guardia Civil no debe ser temido sino de los malhechores, ni temible sino a los enemigos del orden. Procurará ser siempre un pronóstico feliz para el afligido, y que a su presentación el que se creía cercado de asesinos, se vea libre de ellos; el que tenía su casa presa de las llamas, considere el incendio apagado; el que veía a su hijo arrastrado por la corriente de las aguas, lo crea salvado; y por último, siempre debe velar por la propiedad y seguridad de todos>> (
). Así es.
FUENTE: Blog: generaldavila.com. Domingo 25 marzo 2018